En la fiesta post Oscar de la revista Vanity Fair los invitados quedaron con la boca abierta: no fue una, sino varias las actrices, modelos y cantantes que usaron vestidos con transparencias que descartan cualquier tipo de privacidad. De hecho, muchas no usaron ropa interior, como la ex pareja del futbolista Cristiano Ronaldo, Irina Shaik, y Rita Ora. Apuntaron a mostrar sus curvas y con ese objetivo casi dejan todo al descubierto.
Shaik lució un vestido/catsuit de la marca Atelier Versace: el recorte de la izquierda dejaba a la vista la monoprenda transparente y bordada. Ora (foto), la cantante británica, usó un modelo de Donna Karan Atelier, que era completamente transparente en la parte posterior (en la cola tenía aplicada un exceso de tela que arrastraba por el camino). Lograron el efecto deseado: todas las cámaras y las miradas se fijaron en ellas. Pero no faltaron quienes las criticaron por el exceso de transparencias ¿Qué dejan para la imaginación?
En la misma línea, pero un poco más recatada, se vistió Jennifer López. Apostó por un vestido de Zuhair Murad, pero no mostró todo: usó un culotte y forro color piel en los pechos.
Lo cierto es que esta moda no es nueva: desde 2012 son muchas las marcas nacionales e internacionales que incluyen en sus colecciones vestidos de ese tipo. Durante varias temporadas lo hicieron Dolce & Gabbana, Burberry, Stella McCartney, Elie Saab, entre muchos otros. En Argentina, El Camarín, de la diseñadora Yanina Solnicki, es la marca que más apunta a estos diseños: ella mezcla el estilo vintage con la sensualidad que aportan las transparencias (ver fotos).
En Tucumán, de a poco, las mujeres se animan a mostrar sus atributos a través de los géneros traslúcidos. Lo hacen en detalles como escotes, mangas y espaldas, porque tanto en las red carpet como en la pasarelas se nota la tendencia. Eso es lo que opinó el modisto de alta costura tucumano Marcelo Dip. “Desde el arranque tenemos que decir que este tipo de diseños es sexy. Por ello, es para mujeres con mucha seguridad y personalidad. El físico también condiciona: de acuerdo con el cuerpo de cada una hay que ubicar las transparencias. Porque la mirada del otro va directo hacia ahí. Entonces, lo ideal es resaltar los atributos”, destacó Dip. Por último, el modisto enumeró una serie de recomendaciones: que el diseño te haga ver bien y que no quede poco elegante; una buena espalda transparente queda perfecto en una novia (“es sexy y fino, y además la espalda es lo que ven todos cuando la novia está en el altar”); a las rellenitas y a las mujeres mayores les quedan perfectas las mangas con esos géneros (“se llaman brazos velados”), y la transparencia en el abdomen es sólo para mujeres delgadas.
Qué usar debajo
La ropa interior vintage permite tapar la panza no tan plana y a la vista queda mucho mejor que la lencería pequeña. El color es otro detalle a tener en cuenta: a veces el contraste de lencería con el género traslúcido no queda bien. Para no fallar, usá ropa interior del mismo color que el género o corpiño y culotte color nude (como el de JLo). También podés optar por corset o bodies. Por supuesto que siempre está la opción de no usar nada debajo, pero corrés demasiados riesgos.
Los géneros más usados para este tipo de vestidos son encaje, encaje con lycra, encaje chantillí, tul de seda con lycra, tul bordado, gasa de seda natural y muselina de seda. Los precios varían de acuerdo a si son nacionales o importados. Los importados arrancan en $1.200 el metro y llegan hasta $3.500, aproximadamente. Hay encajes más económicos (los nacionales); los podés encontrar en $500 o $600. Los géneros más accesibles, como las gasas, cuestan desde $150 el metro.